El Consejo Comarcal se sumó a los actos conmemorativos del XL aniversario de la Constitución. El presidente animó a “recuperar el espíritu de la concordia”
Gerardo Álvarez Courel fue el encargado de cerrar las intervenciones del Pleno celebrado este miércoles con motivo del 40 aniversario de la Constitución Española. Los portavoces de los grupos políticos coincidieron en elogiar el espíritu de concordia y unión entre los pueblos tras la dictadura para “escribir la Constitución de todos los españoles y españolas” y dar paso a la época de mayor estabilidad política y social de la historia de España. En las intervenciones se defendió a la Carta Magna como un instrumento eficaz para defender la democracia y los derechos fundamentales. Igualdad, libertad y prosperidad fueron las palabras más repetidas durante el acto.
Todos los grupos políticos coincidieron en recuperar aquel espíritu de “solidaridad y respeto” que permitió, por encima de las diferencias ideológicas, impares la razón. Ese ejemplo, según los portavoces comarcarles, debe animar a trabajar conjuntamente por el futuro de El Bierzo y “convertir al Consejo Comarcal en una gran mancomunidad de municipios cediendo competencias que puedan dar valor a la institución”, animó la portavoz de Ciudadanos, Rosa Luna.
El presidente del Consejo, Gerardo Álvarez Courel, y el vicepresidente y portavoz de Coalición por El Bierzo, Iván Alonso, hablaron de acometer todas las reformas que sean necesarias para adaptar la Constitución a los nuevos tiempos “y hacerla más fuerte”. Incluso, tal y como defendió el presidente, una reforma que incluyese a las autonomías, y con ello al Consejo Comarcal de El Bierzo. El acto, celebrado en el centro cultural de la calle Río Selmo en Ponferrada, finalizó con el himno nacional.
Discurso del presidente del Consejo Comarcal con motivo del XL aniversario de la Constitución Española.
El Consejo Comarcal de El Bierzo se suma este año a los homenajes que se celebran en España para conmemorar el 40º aniversario de nuestra Carta Magna. El 6 de diciembre de 1978 nuestra Nación vivió una jornada histórica en la que se sentaron las bases de una convivencia en paz, en libertad, y de una estabilidad social, tan anheladas tras largos y tristes años de dictadura.
Ese día, a través de la aprobación por sufragio, con el voto favorable del 88,54% de votantes sobre una participación del 67,11% del censo, del documento constitucional, formado por diez títulos y 169 artículos, se construyeron unos cimientos muy sólidos, tan fuertes, que han conseguido frenar durante todo este tiempo cualquier amenaza a la concordia entre los pueblos de España, cualquier peligro contra nuestra democracia. Hace hoy 40 años los españoles y las españolas decidimos que era más lo que nos unía que lo que nos separaba y ese afán por la convivencia en paz ha permitido que hayamos vivido estos 40 años de libertad y de progreso. Todo gracias a la Constitución, la Ley de leyes. Y gestado dentro de un elenco parlamentario de múltiples ideologías, algo parecido a nuestra situación actual, pero donde hubo altura de miras y consenso, y se hizo posible esa unión que construyó nuestra Carta Magna.
Por ello es muy necesario tener siempre en mente nuestra historia, para no caer en los errores del pasado y, sobre todo, tener muy presente el esfuerzo de quienes dirigieron a España a la democracia, por encima de intereses cortoplacistas, y de quienes votaron a favor de nuestra Constitución el 6 de diciembre de 1978. No desviarnos de ese camino básico que nos marcó una España en la que, a pesar de las diferencias ideológicas, imperó la razón y la concordia.
La Constitución goza de buena salud y tiene por delante una dilatada existencia. Y no debemos temer a las reformas, se pueden acometer todas y cuantas sean necesarias para poder adaptar la Carta Magna a la realidad de nuestro país, principalmente en materia de igualdad y de presencia de las autonomías (y con ello, de nuestro Consejo Comarcal), para hacerla más fuerte, pero sin olvidar en ningún momento que lo más importante es salvaguardar la concordia que el 6 de diciembre de 1978 lograron los españoles y españolas. Hoy más que nunca, debemos recordar el espíritu de solidaridad, integración y esfuerzo de aquellos años posteriores a la dictadura. Momentos cruciales de la historia de España en el que la necesidad de una convivencia pacífica unió a diferentes ideologías, sensibilidades y pueblos. No hay que olvidar el mérito de aquel esfuerzo que supuso uno de los logros más extraordinarios de la historia contemporánea de España. Y más, viniendo de lo que veníamos.
Estarán conmigo en que los últimos acontecimientos ocurridos en nuestro país invitan a ser pesimista y a pensar que quizás aquel espíritu del 78 se ha perdido. La crispación política se ha dejado sentir como no había ocurrido antes en estos 40 años de Constitución. Todo ello, como ya dije anteriormente, en una versión cortoplacista de lo que debe ser la política, en lugar de ser lo que debe ser la política de verdad: el servicio a la ciudadanía. Sin embargo, diferentes aspectos como la crisis, el desapego de la ciudadanía hacía las instituciones y hacía la clase política, la corrupción, el auge del independentismo catalán y ahora la irrupción de partidos anticonstitucionalistas en las instituciones, son los riesgos más graves con los que ahora se encuentra nuestra Carta Magna. Sería absolutamente demoledor permitir que formaciones con un ideario claramente anticonstitucional, en el extremo en que se encuentren, tengan algún poder de decisión. Y ahí los partidos constitucionalistas, de cualquier ideología, deben hacer valer su mayoría, pero por encima de todo, su defensa del marco constitucional.
Porque nuestra Constitución defiende la igualdad, independientemente del sexo, de la raza o de la religión; nuestra Constitución defiende la concordia de los pueblos; nuestra Constitución garantiza la libertad y la democracia. Y es que dentro de la Constitución y de la Ley, cabe todo; fuera de la Constitución y de la Ley, no hay nada.
Mi deseo en un día como hoy es recuperar aquel espíritu de concordia que hace 40 años llevó a los españoles y a las españolas a conseguir uno de los mayores hitos de nuestro país, venciendo al miedo y a la sinrazón. Y queriendo un futuro mejor para las generaciones venideras. Y por encima de los errores que se hayan podido cometer, creo que se ha conseguido, creo que se está consiguiendo. Por eso, larga vida a nuestra Constitución.
Muchas gracias.