Los Premios Palacio de Canedo de recuperación de la arquitectura tradicional repartirán 11.500 euros. El Consejo Comarcal es una de las instituciones patrocinadoras.
Este viernes 2 de agosto ha quedado oficialmente convocada la XII edición de los premios «Palacio de Canedo» a la Recuperación de Edificios en el Medio Rural de nuestra comarca que promueve la Fundación Prada a Tope. Será la decimosegunda ocasión en la que se celebra ininterrumpidamente esta iniciativa creada y promovida por el empresario José Luis Prada que este añoha visto incrementado el número de instituciones patrocinadoras de los premios y,
por tanto, la compensación en metálico de los premios en sí. Serán 11.500 euros los que se repartirán entre las diferentes modalidades, 3.000 más que en la última edición.
El acto oficinal se celebró en la sede del Consejo Comarcal del Bierzo y en presencia de su presidente Gerardo Álvarez Courel, así como alcaldes de los ayuntamientos de Ponferrada, Olegario Ramón, la alcaldesa de Bembibre, Silvia Cao, la teniente de alcalde de Carracedelo Mari Cruz Miguel, el de Arganza, César Antonio Cabezudo y el de Torre del Bierzo, Gabriel Folgado que patrocinan los premios junto con la propia Fundación.
Para esta edición se podrán presentar antes del 31 de diciembre de 2019 las actuaciones de restauración y recuperación de cualquier tipo de construcción del Bierzo. Tras la selección del Jurado y la oportuna visita a todas ellas, en la primavera de 2020 se hará entrega de los premios en el Palacio de Canedo. En total se repartirán 11.500 euros en premios. El Consejo Comarcal aporta 3.500, el Ayuntamiento de Ponferrada 2.500, Bembibre 2.000, Carracedelo 1.500,
y Arganza y Torre del Bierzo 1.000 euros cada uno. Serán cuatro premios para categoría de particulares y otros cuatro para la categoría de juntas vecinales y otras instituciones públicas. Se pasa de seis premios a ocho.
Estos galardones son una iniciativa de la Fundación Prada a Tope con la que pretende reivindicar y proteger la arquitectura tradicional del Bierzo. Con ello, se quiere reivindicar el trabajo de particulares, empresas e instituciones locales que, a la hora de rehabilitar, tienen en cuenta los valores que hacen peculiar nuestra arquitectura tradicional.
En las once ediciones las celebradas se han premiado casi un centenar de iniciativas tanto públicas como privadas: viviendas, palomares, molinos, hornos, lavaderos, lagares, ermitas, iglesias, casas del pueblo, etc…
El jurado, compuesto por arquitectos, arquitectos técnicos, especialistas en arte e historia local y miembros de la propia Fundación, valora diversos parámetros como la adecuación del edificio al entorno, las características constructivas y arquitectónicas, los materiales empleados, el respeto al edificio original, etc…