Intervención del presidente del Consejo Comarcal en el I Congreso sobre la Economía de El Bierzo.

“En primer lugar, quiero agradecer al Diario de León y a su director, Joaquín Sánchez Torné, la organización de este congreso en el que empresarios, sindicatos y representantes institucionales y de otras entidades analizaremos la situación económica de la comarca y pondremos sobre la mesa nuestras propuestas para afrontar el futuro tras el duro golpe que ha supuesto el cierre de las minas de carbón y las centrales térmicas. En definitiva, lo que ha supuesto el desmantelamiento de una gran parte del tejido industrial de la comarca y, por lo tanto, el fin de lo que hasta ahora fue el principal motor económico. Siempre es positivo conocer diferentes puntos de vista sobre una situación, así como el debate que evite el conformismo y el estacionamiento. Es hora de dejarse de lamentaciones y de afrontar el futuro con valentía y, por qué no decirlo, con esperanza. Gracias también al Ayuntamiento de Camponaraya, y a su alcalde y Presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, por facilitar el uso de esta Casa de la Cultura para desarrollar todas las actividades durante estos dos días de intenso trabajo.

A principios del siglo XX, el modelo productivo de El Bierzo sufrió un cambio sustancial gracias a la minería del carbón y a la llegada de la Minero Siderúrgica de Ponferrada. El sector agrícola, medio de vida hasta entonces de la mayoría de las familias bercianas, especialmente en el entorno rural, pasó a un segundo plano dando lugar a unos años de progreso industrial que posteriormente, en 1944, se vería reforzado más aun si cabe con el nacimiento de la Empresa Nacional de Electricidad, Sociedad Anónima. Sí, efectivamente, en El Bierzo nació Endesa.

Fueron años de cambios importantísimos en nuestra comarca y de un desarrollo económico espectacular. Ponferrada dejaba de ser una localidad pequeña y eminentemente agrícola para convertirse en una ciudad próspera, que crecía a pasos agigantados y que recibía a miles de personas procedentes de otras regiones españolas, incluso de otros países atraídas por el ‘oro negro’ y el deseo de una vida mejor.

A finales de los años 80 y principios de los 90, la minería del carbón comienza a dar los primeros síntomas de crisis hasta llegar a la actualidad, cuando ya no queda ningún pozo abierto en nuestra comarca. A pesar de los planes estatales y de los fondos para la reconversión, de centenares de protestas y de las marchas mineras, en las últimas décadas hemos asistido a la muerte paulatina del que ha sido el sector fundamental de la economía de nuestra comarca. El colofón a esta situación ha sido el anuncio de cierre de las centrales térmicas. Un panorama desolador y doloroso porque, a pesar de la llegada de nuevas industrias, por desgracia, éstas siguen siendo insuficientes para compensar y absorber a toda la mano de obra que la crisis de la minería, y su influencia en otros sectores, dejó en la calle.

Pero El Bierzo es una comarca de gente luchadora e inconformista. Somos valientes. No nos íbamos a quedar paralizados ante esta situación porque somos conscientes de nuestra fortaleza. Han llegado nuevas industrias, como he dicho, pero también hemos sabido sacar partido de todo lo que esta tierra puede ofrecer. Por eso, los sectores turístico y agroalimentario son ahora dos de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta nuestro desarrollo económico.

En las últimas décadas hemos visto cumplidas algunas reivindicaciones necesarias para impulsar la economía de nuestra comarca como, por ejemplo, la apertura del Campus Universitario; la llegada de la Autovía del Noroeste, que marcó un antes y un después para nuestra comarca; la proclamación de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad y, por supuesto, el reconocimiento legal de la Comarca y la creación de la institución que representa al pueblo berciano, el Consejo Comarcal. Por otro lado, nuestro sector agroalimentario no ha dejado de darnos alegrías, convirtiendo a El Bierzo en la comarca con el mayor número de sellos de calidad de Europa. El vino, la manzana reineta, la pera conferencia, el botillo, el pimiento asado de El Bierzo, la castaña y la cereza gozan cada vez de mayor prestigio internacional. Nuestro campo no sólo ha recuperado su esplendor de antaño, sino que hoy en día es el medio de vida de miles de familias.

Honestamente creo que el Consejo Comarcal ha tenido una vital importancia en el devenir de la comarca durante las tres últimas décadas. No en vano, la institución a la que tengo el inmenso honor de representar ha liderado reivindicaciones y ha luchado sin descanso por los intereses de las gentes de El Bierzo. En este punto de mi intervención, me gustaría repasar brevemente los logros alcanzados por la institución y también algunas de las iniciativas llevadas a cabo para contribuir a ese desarrollo económico.

El Consejo Comarcal del Bierzo, la institución que agrupa a los 38 municipios de la comarca, nació en 1991. El 20 de marzo de aquel año se publicó en el nº 55 del Boletín Oficial de Castilla y León la Ley 1/1991 de 14 de marzo que reconocía legalmente la singularidad de la comarca. No sería hasta tres años después, en 1994, cuando se ponen en marcha algunos de los servicios más importantes que presta la institución, sobre todo, aquellos relacionados con el área de bienestar social. Poco tiempo después inician su andadura los servicios que han contribuido de manera importante a dinamizar el mercado laboral: Empleo, Formación e Iniciativas Emprendedoras.

Surgen en un momento en el que se potencian a nivel estatal las políticas activas de empleo. Desde entonces, miles de bercianos y bercianas han pasado por estos servicios. Para formarse en talleres de empleo – hoy llamados programas mixtos de formación y empleo- , en cursos de FORMIC (Formación en las Zonas Mineras del Carbón) y otros. Con un objetivo claro: encontrar un empleo o iniciar una actividad empresarial o profesional.

En 2012, el Servicio de Empleo concedió la autorización al Consejo Comarcal para trabajar como Agencia de Colocación. Su función principal es la intermediación laboral. Es decir, proporciona a las personas que buscan trabajo un empleo adecuado a sus características y facilita a las empresas los trabajadores y trabajadoras más apropiados a sus requerimientos y necesidades. En la actualidad el Servicio de Empleo cuenta con algo más de 15.000 usuarios, a quienes se les atiende presencialmente en la sede del Consejo y también a través del servicio telemático que ofrecemos.

Otro de los servicios más demandados de la institución es el de Iniciativas Emprendedoras, al que acuden personas interesadas en trabajar por cuenta propia para recibir asesoramiento en todos los pasos de su plan empresarial. Desde la idea inicial hasta la constitución de la empresa, los emprendedores cuentan con un acompañamiento que les permite obtener toda la información sobre financiación, así como analizar con seriedad la viabilidad del negocio. Durante los últimos diez años, el Servicio de Iniciativas Emprendedoras ha atendido a 1.910 personas y ha ayudado a crear 892 empresas. Una cifra que, para mí, demuestra el carácter emprendedor de nuestra comarca.

Precisamente este año, el Consejo Comarcal ha mejorado de manera considerable este servicio al sustituir el anterior portal web por uno más ágil e intuitivo. La nueva plataforma, además de mejorar considerablemente en su diseño, es mucho más eficaz y práctica para los usuarios. Bajo el dominio tusitio.org, nuestra institución ofrece todo tipo de información relacionada con formación, empleo, emprendimiento, igualdad de oportunidades y juventud. A través de ella, cualquier persona que busque trabajo puede inscribirse en las ofertas para participar en el proceso de selección. También es una herramienta muy útil para las empresas porque pueden publicar sus ofertas de empleo completamente gratis.

No sólo este servicio ha mejorado sus canales de comunicación. En este sentido, desde el Consejo Comarcal hemos realizado un importante esfuerzo en diferentes áreas. Por ejemplo, en Turismo. Su web también ha sido completamente renovada para actualizar los contenidos y ofrecer toda la información necesaria para que la visita a El Bierzo sea una experiencia positiva.

Y es que en estos últimos años, El Bierzo ha empezado a creer en su potencial turístico. Somos una comarca privilegiada y un destino excepcional para disfrutar de la naturaleza. El futuro de este sector es prometedor e imposible de predecir qué significará su desarrollo para nuestra comarca. Proyectos como el tren turístico Ponfeblino, que parecían que jamás verían la luz, empiezan a ser una realidad cada vez más cercana. Hace tan sólo unos días la Junta de Castilla y León daba luz verde a la cesión al Consorcio Ponfeblino de las instalaciones de Villablino, vitales para el mantenimiento y recuperación de las máquinas, pero sobretodo, para que se empiecen a mover los engranajes de un proyecto que lleva dormido quizá demasiado tiempo.

Porque la puesta en marcha de este proyecto turístico supondrá un antes y un después para las comarcas de El Bierzo y de Laciana. Sumarán un nuevo atractivo turístico y se abrirán nuevas vías de negocio para sus gentes. Quizás éste sea uno de los proyectos más ilusionantes en este momento para el turismo de nuestra comarca.

Por otro lado y, aunque han pasado ya más de 20 años desde que fueron designadas Patrimonio de la Humanidad, Las Médulas siguen siendo objeto de controversias y de polémicas que nos impiden avanzar y aprovechar al máximo este importantísimo recurso turístico. Por el bien del paraje, de sus pueblos y de El Bierzo en general es hora ya de apostar por un modelo de gestión unificada. En este sentido, albergo la esperanza de que los pasos iniciados por la Consejería de Cultura sirvan, de una vez por todas, para poner orden y mejorar la gestión del paraje. Un recurso turístico que, sólo contabilizando las personas que pasan por el Centro de Recepción de Visitantes gestionado por el Consejo, recibe al año a casi 100.000 visitantes. Una cifra digna de tener en cuenta para empezar a hacer, de una vez por todas, las cosas bien, teniendo en cuenta que hay que dar una oferta turística de calidad a quienes nos visitan, pero haciendo compatible el turismo con la vida cotidiana de las gentes de nuestra comarca que no viven de este recurso.

Y si el turismo tiene y tendrá un papel decisivo en el futuro de El Bierzo, no menos le sucede a la industria agroalimentaria. Somos el territorio con mayor número de sellos de calidad por metro cuadrado del mundo y eso abre un abanico de opciones de desarrollo muy importantes. En este sector, el Consejo Comarcal, a través del Banco de Tierras, realiza un trabajo que ha llamado la atención desde su creación de administraciones, universidades y otras muchas entidades de España. Un ejemplo a seguir que ha tenido siempre el apoyo de la Diputación de León, pero que, sin embargo, no ha contado con el apoyo necesario por parte de la Junta de Castilla y León. Y me atrevo a decir que ha sido un impulso importantísimo en los últimos años para el fomento del emprendimiento agrícola y de la profesionalización del sector en nuestra comarca, por lo que esperamos que esa falta de apoyo de la Junta cambie.

El Banco de Tierras, para quien aún no conozca este servicio, comenzó a funcionar en 2013 como intermediario entre propietarios de fincas en desuso y agricultores. En la actualidad gestiona 2.600 parcelas, de las cuales 1.674 han sido adjudicadas mediante cesiones en precario o arrendamientos. A esta recuperación de fincas abandonadas, se suman otras actuaciones importantes para el sector, como son la formación dirigida principalmente a jóvenes emprendedores, la apertura de vías de comercialización, la celebración de ferias y de rutas de senderismo, junto con la puesta en marcha de campañas para el fomento del consumo de productos de kilómetro cero, de emprendimiento en el campo y de recuperación de viñedos, principalmente viñedo viejo, un recurso casi único en El Bierzo, donde tenemos el mayor número de cepas viejas por superficie de cultivo.

El Banco de Tierras y el Servicio de Iniciativas Emprendedoras trabajan de manera coordinada para atender a nuevos emprendedores que han decidido apostar por el sector agrícola. Les proporcionan todo lo necesario – formación, tierras y asesoramiento – para iniciar la actividad. Sin duda, estos dos servicios que ofrece el Consejo Comarcal contribuyen a fijar población en el medio rural y a luchar en El Bierzo contra el fenómeno de la despoblación.

Como les decía antes, el Consejo Comarcal ha realizado un esfuerzo importante en la apertura y mejora de sus canales de comunicación. En mayo presentamos la nueva web elbierzosueloindustrial.com, un proyecto planteado por la asociación empresarial Bierzo Pyme al que se han sumado los ayuntamientos de Bembibre, Cabañas Raras, Cacabelos, Camponaraya, Carracedelo, Cubillos del Sil, Toral de los Vados, Torre del Bierzo y Villafranca del Bierzo. Y al que, por fin, también se sumará Ponferrada. Esta herramienta informa sobre el suelo industrial disponible en la comarca y tiene el objetivo de atraer a empresas dispuestas a instalarse en El Bierzo, así como ofrecer información a emprendedores bercianos que inician una actividad o quieren trasladar su sede.

Se trata de un proyecto ambicioso en el que todavía se está trabajando en comunicación constante con los ayuntamientos. Sin apenas publicidad, la web ha recibido ya múltiples solicitudes de información. Un hecho que nos confirma que esta iniciativa ha sido un acierto. Siempre he defendido que El Bierzo no puede renunciar al sector industrial.

Deseo terminar mi intervención con un mensaje de optimismo. Después de unos años negros y llenos de incertidumbre, la comarca tiene importantes oportunidades de desarrollo. Las inversiones previstas por el Gobierno para una Transición Justa en las zonas mineras; la tan esperada reactivación de Ciuden, demasiado tiempo inactiva y en el olvido; un turismo de calidad y sostenible y un sector agrícola e industria agroalimentaria en alza son motivos más que suficientes para mirar al futuro con ilusión. Pero no quiero olvidarme de la necesidad de iniciar proyectos vitales y necesarios para que nuestra comarca sea aún más atractiva para las inversiones: la autovía A-76, por ejemplo, es un proyecto que debe arrancar cuanto antes, porque significaría, al igual que sucedió con la A-6, un antes y un después para nuestra comarca. La conexión por autovía de Ponferrada con Orense y, por lo tanto, con Vigo supondría un impulso importantísimo para el desarrollo económico de El Bierzo abriendo un abanico inmenso de oportunidades al conectar nuestra comarca con uno de los principales puertos de mercancías de España. Las inversiones que se pretenden llevar a cabo dentro del Corredor Atlántico para mejorar las conexiones ferroviarias, sorteando principalmente los inconvenientes que genera el lazo del Puerto del Manzanal, y reduciendo los tiempos de viaje desde El Bierzo a La Meseta, es otra de las actuaciones que contribuirán a que nuestro futuro sea el deseado.

Creo que El Bierzo está sabiendo reinventarse y además lo está haciendo con sus propios recursos. Al fin y al cabo, el mejor desarrollo es aquel que parte del propio territorio donde conocemos cuáles son nuestras fortalezas y también nuestras debilidades. Y, por supuesto, en este proceso y dentro de sus limitadas competencias, siempre estará el Consejo Comarcal, una institución que lleva más de 28 años defendiendo los intereses y la mejora de la calidad de vida de las gentes de El Bierzo”.